miércoles, 15 de abril de 2009



Cuando no dirigimos nuestra elección a un auténtico bien, no es fruto de nuestra libertad sino de libertinaje. El libertinaje es como la enfermedad de la libertad, es el abuso de nuestra libertad no para hacernos crecer como personas sino para deteriorarnos. Por ejemplo: Si usamos nuestra libertad para usar drogas nos estamos haciendo esclavos de ellas y alterando nuestras facultades mentales, nuestra propia libertad.